ESCULTURA

¿Porqué trabajo con alambres? 

Veamos… a lo largo de la historia cada artista ha utilizado los materiales que tenía a mano y conocía. Entre el escultor y su material, se establece a veces una relación muy profunda.

Allí tenemos, por ejemplo, el caso de Miguel Ángel, quien amó el mármol desde su primera infancia. Era éste un material abundante en las canteras cercanas a Florencia, su ciudad natal, y muy utilizado por los escultores a quienes el pequeño Miguel Ángel admiraba. Siendo huérfano de madre, su nodriza era la esposa de un picapedrero que trabajaba precisamente en las canteras de mármol.  Según él mismo solía decir, había absorbido el mármol junto con la leche materna nutritiva. Se valía de esta metáfora para explicar de manera muy gráfica el grado de familiaridad e identificación que experimentaba hacia el material con el que invariablemente esculpía sus obras. 

Del mismo modo, otros artistas han trabajado con determinados materiales en función de su contexto. Y la elección del material también obedece a la necesidad de lo que se quiera transmitir. 

En mi caso, el alambre fue desde siempre un elemento familiar. Poblando los  cercos alambrados de campos y potreros, delimitando espacios. Típico protagonista del campo argentino, lo conocí desde la más temprana infancia. Tal vez por eso, cuando comencé a trabajar en obras tridimensionales, elegí el alambre, tan conocido, tan mío, y que además me permite dibujar en el espacio, extrapolando las líneas de mi lápiz del papel al 3D.